Suena el despertador a las 07:50 de la mañana, lo apago, y vuelve a sonar a los 5 minutos, no me acordaba... hoy salía en bici. Por fin, después de más de dos meses y medio. Hoy el madrugón era distinto, hoy no era para estudiar o trabajar... hoy era para salir en bici.
Habíamos quedado 5 ó 6 personas, del grupo de la Pringá BTT, en el campo del betis, para ir a Los Palacios, Finalmente nos presentamos 4.
Iniciamos la jornada a eso de las 08:40 tras esperar 10 minutos a que apareciera el personal, e iniciamos la ruta avanzando por el carril bici de La Avenida de la Palmera, dirección Bellavista.
El inicio era el mismo que realizábamos para ir a la ruta de la Pringá este invierno, cuando los carriles estaban impracticables, lo que pasa que en vez de meternos por la Finca, llegamos directamente por detrás del Concesionario OPEL y el local EXPODEPORTE, hacia la carretera que conduce a Isla Menor.
Es una carretera amplia, recta y ancha que permite una gran visibilidad y una gran seguridad para el ciclista, además no suele ser muy concurrida lo que posibilita el rodar en grupo.
Nosotros rodábamos y rodábamos a una velocidad media de 20 km/h, cuando a eso de los 6 km desde que comenzamos, se produjo el primer y único incidente de la jornada, un pinchazo, de un servidor... para variar. Gracias a mis compañeros de ruta, solventamos el problema rapidamente y reiniciamos la marcha al poco tiempo.
Anduvimos unos 6 kilómetros más, cuando realizamos un giro a la izquierda y pasamos a un carril de tierra. Dicho carril, suave aunque con algunos baches, desembocó en otro mucho más complicado, era , segun Joaquím una vía romana.
El carril era bastante más complicado porque era muy arenoso, a parte de tener muchísimas piedras y tener una longuitud de unos 800 metros.
Tras ésto, desembocamos en la puerta del Parque de la Corchuela, aunque nunca llegamos a entrar, y siempre rodábamos por el carril de tierra que lo rodeaba de frente.
Dejando atrás el Parque de la Corchuela, avanzamos por carril de tierra hacia Los Palacios.
Al llegar a Los Palacios, paramos un rato y nos tomamos unos aquarius.
A esas alturas yo me sentía bastante bien , sobretodo porque desde el jueves 15, que fue el último día que hice exámenes sólo había cogido la bici 2 veces, y sólo hice dos paseos de menos de 20 km a ritmo suave, nada más que para coger ritmo.
Lo único que me "rallaba" era que el pulsómetro marcaba lo que me daba la gana,
En fin poco después, reanudamos la marcha, de vuelta a casa, por el mismo camino por el que habíamos venido.
A unos 4 km tras la reanudación, nos encontramos con un amigo del grupo ( La Pringá BTT), que estaba entrenando por allí sólo. Era Pedro (creo que Pedrovic, en el foro), el cuál se unió al grupo y volvió con nosotros a Sevilla.
Tras circular por los mismos carriles por los que habíamos llegado, a la altura de un giro a la izquierda pasamos a rodar por los carriles de tierra que rodeaban "El Canal de los Presos".
A esas alturas ya llevábamos 40 kilómetros de recorrido, y algunos ya lo estaban empezando a notar.
Joaquím nos dijo que siguiésemos hacia delante que él se quedaba con Pedro, porque iba algo más flojo, entonces BoloPerez, que llevaba más kilómetros que nosotros porque había venido desde Tomares en bici, se puso a rodar a eso de 24 - 26 km/h por los carriles y le perdimos de vista enseguida. Nosotros seguíamos rodando en grupo a unos 20 km/h, cuando me dispuse a probarme, por lo que lancé mi famoso "hachazo" (jajajaja) y me puse a rodar a 26-27 km/h, me fui en solitario en persecución de Bolo, pero, a pesar de que con el transcurso de los kilómetros lo veía cada vez más cerca, se me hizo imposible alcanzarlo, y sólo lo cogí cuando llegó a la altura de un puente, en el que hicimos un parón.
Tomamos unas barritas, aunque quedaban unos 10 kilómetros para llegar a Sevilla y reanudamos la marcha.
Desde esa distancia ya se podía contemplar el Puente del 5º Centenario, lo que nos hacía presagiar que estábamos cerca de Sevilla.
Seguíamos rodando por los carriles cuando Pedro y Joaquím se quedaron atrás porque decidieron subir una cuesta que terminaba en una casa derruída.... es decir... un paná...
De ahí en adelante no sucedería nada, simplemente que aparecimos en Sevilla por la Carretera del Copero, que por cierto está en obras, y que posteriormente nos quedamos tomando una cerveza en Reina Mercedes, para finalizar la ruta.
La verdad, es que pienso que aunque me he sentido cómodo en la ruta, se me ha hecho bastante largo, por el periodo de inactividad, por el calor y por el cansancio.
Al final
Kilómetros recorridos: 56. 350
Tiempo empleado: 02:40´: 38"