Ruta Sevilla - Camas - Aznalcóllar - Camas - Sevilla 24-10-09
Llevaba ya varias semanas sin coger la bici, hasta el viernes antes de
Llegó el día, la noche anterior había quedado con mi amigo Mariano (Líder) para llegar al punto de quedada, que era el Decathlon de Camas, sin embargo, Mariano se encontraba mal, y no pudo venir.
Salí de casa, y como siempre con el tiempo ajustadísimo, lo que me obligo a rodar otra vez, entre 25-
Con el corazón en un puño, llegué a tiempo, y lo primero que me encuentro es una reunión de 100 personas haciéndose la foto en la puerta del Decathlon. ¡Increíble!¡éramos casi 100 personas montando en bici! He visto carreras populares con menos gente que en esta ruta.
Era curioso que estuviera casi todo el club, pero sin embargo, faltaban muchos socios importantes... como Mariano, Bernardo, Pepe Kiki, Juano....
Lo que más me sorprendió fue este casco tan particular..
En fin, tras la foto protocolaria, salimos de Decathlon dirección Santiponce para dirigirnos a la vía Itálica, que es la que conecta con la vía del Agua.
La vía verde de Itálica, es un carril de tierra que te lleva desde Santiponce hasta conectar con la ruta del Agua, perpendicular a Valencina. Durante el trayecto se bordea las ruinas itálicas.
Dejamos atrás los carriles de tierra amarillos tan clásicos y limpios, para girar a la derecha en el cruce de Valencina y posteriormente a la derecha, para meternos por unos carriles horrorosos. Llenos de piedras, del tamaño de un ladrillo, desperdicios y restos de obras como restos de azulejos, tubos, etc... Un poco más adelante el carril cambió para encontrarnos entonces con barro y agua... No me fui al suelo dos veces de milagro!!
Dicen que el ciclismo es un deporte de piernas... ¡¡¡UN MOJÓN!! después de al menos
Éramos 100 personas... y había dos cosas que me llamaban muchísimo la atención... lo primero es que en cada curva, cuando había un carril estrecho, al mirar atrás, era imposible ver donde terminaba el grupo, era como se dice en el ciclismo profesional... una serpiente multicolor, aunque mayoritariamente azul que es el color del club; y lo segundo que más me sorprendía era que cada vez que había una parada para hacer reagrupación, el gesto de todos y cada uno de los ciclistas al quitarse la cala del pedal para apoyar el pie en el suelo... recordaba al sonido de cargar los fusiles... ¡clá,clá,clá....!
Anduvimos por los carriles, hasta llegar a una zona más técnica. El terreno era mayormente llano, aunque con alguna que otra cuesta ya alguna que otra bajada, que se iban haciendo cada vez más duras y cada vez más evidente cuanto más cerca estábamos de Aznalcóllar.
Tras una bajada técnica, llegamos al fin de la vía verde donde nos encontramos con una sorpresa. En las explanadas reservadas para los coches, estaban Marcos y "Légolas" que había llegado con los coches, y nos habían traído avituallamiento.
Tras un discurso del presidente del club, los allí reunidos nos dispusimos a degustar lo que no nos habían traído: fiambres con frutos secos, barritas energéticas, plátanos, acuarius.... un gustazo....
Tras un parón de unos 20 minutos, que sirvió para recuperar fuerzas, la gran mayoría seguimos hacia delante, mientras que otro pequeño grupo se quedó esperando en la explanada.
Los que seguimos adelante, entramos en unos carriles de tierra, que ya iban presentado rampas de más entidad.
La primera que nos encontramos fue nada más reanudar la marcha. Me acuerdo que yo iba el primero… y subiendo la cuesta me adelantó medio grupo…
Mientras más nos acercábamos a las Minas de Aznalcóllar más estrechos eran los caminos y más dura era.
Tras un par de subidas y bajadas, llegamos al punto más duro de toda la ruta.
Por una parte realizamos una bajada, por un camino muy sinuoso, estrecho y sucio, y con tanto desnivel que tuvimos que bajarnos de la bici para llegar abajo. Era el mismo lugar donde “Pepe Kiki” tuvo la grave caída.
Tras bajar la cuesta, nos encontramos de golpe con una montaña digna de una maratón ciclista profesional. Era una cuesta durísima, con muchas piedras, y que te obligaba a exprimirte al máximo para subirla encima de la bici. Pero es que después de esa rampa brutal, en que lo más duro era al principio, te encontrabas con 3 zigzags derecha izquierda que te reventaban,
Me acuerdo que llegué arriba reventado, de la mano de David, el chico del maillot de “Kanina Bikes”, y que íbamos los dos preguntándonos dónde acababa la maldita cuesta…
Tras la subida hicimos una pequeña parada, y uno que yo conozco… cogió una piedra de 4 kilos, y se la metió en la alforja que llevaba colgando en la bici, el mejicano.
Valiente becerro…jajaja
Por lo visto el mejicano no se dio cuenta, hasta que se lo dijeron…
Creo que la reacción del mejicano fue esconderle la bici al artista cuando en la siguiente parada, éste se fue a mear detrás de un arbusto… jajaja
Un servidor no pudo verlo porque justo después de la reagrupación pinché… y tuve que cambiarle la cámara a la rueda.
Tras culminar la cuesta, pasamos por una zona de repechos, hasta llegar al puente que pasaba por al lado del embalse, que por cierto tenía un agua, extremadamente verde.

Bajamos hacia la misma explanada del principio. Principalmente lo que hicimos fue un circuito por las minas para llegar después a la misma explanada del inicio, aunque el viaje de regreso no fue el mismo que el de ida, porque lo que hicimos fue volver por el cordel de la vía verde de Gerena- Aznalcóllar.
Para ellos seguimos por más carriles de tierra, hasta llegar a una subida , que terminaba en una zona de Aznalcóllar.
Era una cuesta final durísima, que al principio era de tierra, pero que al final era de asfalto, y que después de
No teníamos ni idea de cómo se llamaba la cuesta así que decidimos preguntar a un viejo que andaba por allí, y nos dijo que la cuesta se llamaba “Cuesta de Beatriz”.
Tras un descanso, seguimos rodando por los carriles, ya dirección a casa.
Llevábamos ya casi
Llegamos hasta Albaida, y allí nos metimos por otro carril hasta llegar a Camas.
De Albaida a Camas, hay un descenso… pero es que ni eso… iba molido ya… y es que no hacía más de
Llegamos a Camas, hasta el Decathlon, donde teníamos los coches. Mientras la gran mayoría decidió irse a tomar algo al Gaviño, yo me fui a mi casa , porque verdaderamente no podía más.
Y es que de camino a casa, rodando por
Finalmente llegué a casa, me duché y me eché una siesta de 4 horas y media…
Al final…
Tiempo empleado: 04:56´:03”
Kilómetros recorridos: 80.100