Cuando llegan los últimos días antes del finde semana, cualquiera que esté interesado en salir, se va al foro (www.hispabikers.com) y ve las rutas que hay establecidas. Elegir una ruta, no es algo que se deba hacer a la primera, hay que pensarlo... Tienes que pensar si el personal le da caña a los pedales o van a ir a ritmo tranquilo, si el terreno es duro o no, si son muchos kilómetros o pocos.... etc.
El caso es que hasta última hora estuve dudando entre apuntarme a la Ruta del Portugués y la del Guillenazo. Elegí Guillenazo , y no me equivoqué.
Me despierto temprano, y tiro directo para el puente del Alamillo donde había quedado con mi compañero Pecoby (Pedro), para ir desde allí a Santiponce, en coche.
Un poco más tarde llegamos a Santiponce, al lugar establecido como punto de Salida, que no es otro que el aparcamiento de una venta. Poco a poco van llegando compañeros,mientras tanto nosotros dos, junto con Polaris (Miguel) , vamos desayunando algo.
Cuando estamos todos salimos dirección Guillena, que estaría a unos 7 kilómetros de Santiponce.Tiramos por una carretera, amplia y sin peligro, vamos todos en grupito pero de vez en cuando me pongo en cabeza a tirar del grupo, para probarme un poco.
La verdad que hoy me volví a encontrar muy bien.
Guillena, es un pueblo de Sevilla muy bonito , la verdad. Tiene unos paisajes y unos embalses increíbles. Alterna lo que es la naturaleza con el deporte.

Cuando llegamos a Guillena, hacemos un parón gordo, pues el resto de compañeros no había desayunado, y paramos a desayunar en un bar.
Pasado un tiempo, reanudamos la marcha, y tiramos para lo que viene a ser la ruta del Agua desde Guillena.
Iniciamos verdaderamente la ruta. Entramos en un terreno feo y complicado puesto que durante toda la primera parte del recorrido, lo que vienen a ser unos 20 kilómetros, se van alternando tierra y asfalto en mal estado, en el que siempre hay cantidad de piedras.
Además el relieve no favorece en exceso a rodar demasiado rápido, ya que estamos ante un continuo sube y baja, lo que se traduce un terreno rompepiernas. Ni se suben grandes rampas ni se baja a gran velocidad.

EL grupito está compuesto por unas 11 personas, pero nada más llegar a estos carriles, se parte.
Toman ventaja Miguelito y Roscao que tiran hacia delante a un ritmo bastante fuerte. Por detrás se forma un terceto, no muy lejos del primer grupo formado por mí, Euguss (Gustavo) y Matos (Manolo) y posteriormente a un ritmo más bajo y más retrasado viene el resto de compañeros.
Rodamos los tres a relevos, aunque Gustavo colaboraba un poco menos. Sin embargo, a partir de un momento determinado , decido ponerme en cabeza, y meto plato grande. Empiezo a poner un ritmo fuerte y constante, sin atacar ni levantarme. Poco a poco, me voy encontrando mejor, y voy subiendo el ritmo. Pronto, Gustavo revienta, y se descuelga y Manolo me coge la rueda, pero yo no bajo ritmo, y un poco más tarde revienta este también. Me voy sólo, lanzado y levantado sobre mi bici, practicamente esprintando ,y llego hasta el dúo de cabeza.
Sin duda fue mi momento del día. Me sentí bueno y todo. Sin embargo, poco me iba a durar la alegría porque tras dos kilómetros aguantándo el ritmo a Roscao y Miguelito, no es que reviente, si no que me paso de las pulsaciones recomendadas y decido bajar mi ritmo, descolgándome así del dúo. Decido entonces esperar a Manolo, y tiro con él otros dos kilómetros, pero ahora me empieza a dar a mí un bajón físico, y Manolo tira para delante.
Me quedo ligeramente descolgado, a sabiendas de que el grupo que viene por detrás mía viene muy retrasado, y me quedo solo durante al menos 5 kilómetros.
Los que van por delante me habían sacado ya bastante, por lo que decido ir a mi ritmo. Poco a poco hasta que vuelvo a coger mi nivel, y cada vez voy un poquito más rápido.
Pasado un tiempo ,en una subida ,veo aManolo por delante, que había cogido a los otros dos. El hecho de verlos a los tres, me motivó, y decidí forzar para cogerlos, pero cuando estaba a 100 metros del trío.... pinchazo...
"¡ Ojú, que desastre!... ¡Pinchazo...si es que no me libro ni un día!"-
Como no tenía bimba decidí esperar al grupito que venía por detrás. Juro que estuve esperando entre 7 y 10 minutos....hasta que llegó el grupito. Aunque Alicia y Polaris venian algo más retrasados...
Me ayudaron a arreglar el pinchazo, sobretodo Gandalf y Gustavo, el gran Gustavo ¡mi gran gregario! Hicimos un breve descanso y tiramos para delante.

Poco después hacemos reunificación.
Seguimos hacia delante, y cuando estamos por la Cantina... ¡Sorpresa! Aparece Mariano (Lider) que había venido desde Sevilla, por su cuenta, pero que se unió a nosotros.

Empezamos ahora la segunda parte de la ruta.
Esta parte de la ruta se caracteriza por dos grandes subidas: La Cuesta del Toro y la Cuesta del Contraembalse.
La cuesta del Toro me la habían descrito como una cuesta similar a la Cuesta de los Depósitos, pero yo creo que no llega a tanto. Es un terreno arenoso seco, con piedras y con algo más de un kilómetro de longuitud.
Es dura, pero se sube.
A estas alturas, un servidor había realizado ya unos 42 kilómetros de ruta, y los cambios de ritmo del principio iban pasando factura.
Subir no es lo mío. Por lo que durante la primera parte de la subida pongo plato mediano y piñón grande, y poco después pongo plato chico. Más que nada por que no podía más.
La verdad que subo con comodidad, pero cuando me faltaban 200 metros para terminar, entre que había una raja enorme en el suelo , y que venía un grupo de ciclistas por mi izquierda, me quedé clavado, intenté sacar la zapatilla del pedal , pero no pude... y me caí de costado.

Al coronar la Subida me espero que hubiese una bajada curiosa.... pero para mi desgracia lo q me encuentro es un terreno pestoso, con repechos , que ni sube ni baja...
Poco después en una cuesta abajo que había, meto la rueda trasera en un boquete... y reventón al canto. Por lo que tengo que cambiar la camara otra vez, pero esta vez no tengo cámara. Gracias a Dios, volvió a aparecer mi ángel de la guarda, Gustavo, el cuál no sólo me ayudó sino que me dió una cámara . Increíble , la verdad.
Poco después, encaramos lo que viene a ser la Cuesta del Contraembalse, sin duda, más larga y dura que la primera.
Para subir la cuesta, pongo plato chico , y para arriba.
Esta cuesta no sólo es más dura por el desgaste acumulado, sino también porque una de sus últimas cuestas, es muy empinada, creo recordar que alguien me dijo que tenía un desnivel del 18%, y porque es terreno de trialera practicamente, con arena y multitud de baches y rajas en el suelo.
Poco después hay reagrupación y encaramos la tercera parte de la ruta.
Esta tercera parte se caracteriza principalmente porque pocos kilómetros después de coronar la Cuesta del Contraembalse, llegamos a Castilblanco.

En Castilblanco decidimos descansar, y comprarnos algo de comer en una tienda que se llamaba "LA PARRA, TIENDA OMAITA".
Tras unos minutos de descanso, y de repostaje, encaramos la vuelta a Guillena.
Para ello, tiramos por un carril de tierra, que nos lleva a una carretera. Tras circular por esta carretera unos 3 kilómetros, en la que alcanzábamos velocidades de hasta 46 km/h, nos metemos a un carril hacia la derecha, para encarar lo que se denomina "Camino de Santiago" que no se por qué se le llama así ,la verdad.
El Camino de Santiago, no es el que te lleva a Compostela ¡eh! más bien te lleva a Guillena.
El Camino de Santiago es una senda de unos 4 kilómetros aproximadamente, que se caracteriza por ser un terreno estrecho, lleno de piedras que te revientan las ruedas, arena, barro, tierra, plantas...
Tienes que ir con los 5 sentidos puestos en el camino, porque a la mínima te vas al suelo como le pasó a Alicia, aunque sin consecuencias.
Lo que verdaderamente revienta es el hecho de que se produce una gran tensión en los biceps y en el antebrazo. Me pasó lo mismo cuando terminé de subir La Cuesta del Contraembalse, y es que tu coges una postura, y durante todo el trayecto aguantas esa postura. Pues bien tanto cuando terminé de subir la cuesta, como cuando terminé el Trayecto del Camino de Santiago, tenía tanta tensión en los brazos que difícilmente podía levantarlos.
Cuando terminamos EL Camino de Santiago, encaramos un terreno mucho más favorable que es aquél que comprende por la Rivera de Huelva.
Era un terreno arenoso, que se mezclaba con la arcilla, y que hacía que fuésemos a gran velocidad.
Al intentar esquivar un charco, mi amigo Pecoby se fue al suelo, en plan hombre rana. jajaja.
Poco después llegamos a un carril, en el cual yo , con mi compañero Pecoby, con quien me había venido en coche, decidimos dar por terminada la ruta y nos fuimos por un camino alternativo hasta Guillena, que era el sitio en el que habíamos dejado el coche, mientras que nuestros compañeros habían estacionado en la venta donde habíamos quedado en Santiponce.
Tiempo empleado : 05: 30´:26"
Kilómetros recorridos: 78.47